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Mostrando entradas de noviembre, 2022

El Quijote (Capítulos I a XIII 1ª parte)

Desocupado lector, lector carísimo, lector suave… quiero contaros humildemente lo que me sugiere la lectura de El Quijote, “ el más casto enamorado y el más valiente caballero que de muchos años a esta parte se vio en aquellos contornos ”.  Donde el común de los mortales ve ruina y fealdad, Quijote ve belleza. Donde hay injusticia, agravios, abusos, sinrazón, allí está él, pensando que el mundo le necesita, convencido de que lo que hace es una orden del cielo.  Quijote es doblemente hidalgo y noble: por su linaje y por su ánimo.  Poco importan el calor, la incomodidad, el ayuno, el ser objeto de burlas, los golpes y heridas, todo lo da por bien empleado, sin queja.  La mirada limpia, el corazón grande, las manos extendidas, añorando la edad dorada donde se ignoraban las palabras “tuyo y mío” y la madre naturaleza proveía de todo lo necesario.  De hidalgo sosegado y honrado, a caballero andante, creando su propia realidad. “ Vale ”. Esther.

Sugerencias de la lectura Quijote 1

Renombrarlo todo según el tamaño de nuestro corazón; de jamelgo a Rocinante, de Aldonza  …A falta de moza buena es Aldonza a Dulcinea; de viejo loco a Don Quijote; de campo árido, de intemperie al reino de la Mancha… Y así inventarse el mundo todo: resignificarlo, que es lo contrario de resignarse. Generoso el corazón que al saber quién es, sabe también quiénes somos. Y no volver a hacer pruebas con lo que no aguantará Y lanzarse a la batalla mientras resista, mientras soporte Parecer que vas armado con armas blancas sin historia, ni muerte, ni sangre Contra acero cartón y cuerdas Salir a la tierra roja, a la tierra blanca y a la tierra gris. Bajo el sol de Julio. Sin desayunar. Sin bosque ni hierba Nada bajo los pies que no hiera ni abrase Con buena cara al mal tiempo A la edad más difícil A la Mancha intemperie Allí donde todo se ve venir Profundamente fracasando   Soraya.

Siete de noviembre de 2022 - Lunes noche

Poner una palabra a continuación de la anterior. Eso es escribir, ni más ni menos. Y releer lo escrito para volver a reir con mis Notas de la Almohada mientras escuchas a Eminem o a Elvis y su Pretty woman.  Releer para volver a escribir, porque mientras hacías versos de veinticinco sílabas acabaron con los bosques de la Amazonia, en tanto Bolsonaro babeaba de placer asistiendo a la muerte de tanto vegetal irreemplazable. El mundo humano oía el clamor de esos bosques cayendo bajo los bulldozers y hacía oídos sordos, por supuesto. Bastante tenían con prepararse para una guerra que les iba a dejar sin gas para sus calefacciones y, aturdidos aún por el despertar de la pesadilla de una epidemia que dejaba tras sí millones de muertos, no dejaban, los humanos, de jugar a la comba, a la rayuela, a la primitiva o a cualquier cosa que les diese esperanzas...¿ de qué? Ni ellos mismos lo saben amigo Sancho. Por todo eso, mientras tú esperas la llegada de tus sueños en forma de ínsula rica y