Más Quijote (José Luis Moreno) Comentarios Cap. XXVIII al final de la 1ª Parte

Capítulo XXVIII .- Oyen una voces de lamento. Es un mozo vestido de labrador lavándose los pies (blancos y finos). Es una moza: Dorotea, ex de Fernando, huída también por despecho. Cuenta la historia ya sabida. Labradora rica, en amores con Fernando hasta que “se dejó hacer” bajo promesa de casorio “y con volver a salir del aposento mi doncella, yo dejé de serlo”. Revela el contenido del papel que llevaba Luscinda en el pecho: que ella, Luscinda, no podía ser de Fernando porque ya lo era de Cardenio. Fernando intentó matar a Luscinda por el desplante, pero se lo impidieron. Dorotea se echa al monte con su criado, que la intenta violar, pero consigue tirarlo por un barranco. Se emplea con un ganadero, pero al ver que es chica sufre su segundo intento de violación y al no tener barrancos a mano, se esconde de nuevo, hasta hoy. 

Capítulo XXIX .- Dorotea finaliza el relato de sus pesares. Cardenio se da a conocer. Recuerdan que hay que recoger a DQ que sigue en pelotas de penitente. Dorotea, conociendo los ardides del disfraz para sacar a DQ de allí y llevarlo a casa, se ofrece a ser ella la que lo engatuse, que como buena lectora de libros de caballería lo sabrá hacer. Se viste y se hace pasar como princesa Micomicona heredera del reino de Micomicón. Engañan a DQ (y a S.) sobre un reino bajo el dominio de un gigante y le hacen prometer que será prioritario el ayudarle a reconquistar su reino. Salen todos de la sierra: Cardenio, Dorotea, el cura, el barbero, DQ y S, éste haciéndose cábalas de lo que le va a tocar en el reparto del reino. Entre chanzas y charletas, siguen camino. 

Capítulo XXX .- Le vacilan a DQ por la liberación de los galeotes. Dorotea sigue con la farsa. Se hace patente “la locura del amo y la simplicidad del criado”. DQ le atiza a S por meterse con Dulcinea, para que se case DQ con la princesa Micomicona. Se encuentran con un gitano que resulta ser Ginés. Éste huye y deja el burro de S, su rucio. Siguen camino. 

Capítulo XXXI .- DQ pide detalles a S de su visita a Dulcinea. Alta, grande, huele a choto, no sabe leer. Se sorprende DQ de lo rápido que fue y volvió. “Rocinante es como asno de gitano con azogue en los oídos” (cosa de magia y a otra cosa) No puede ir donde Dulcinea por la promesa hecha a Dorotea, perdón, a la princesa. S insiste en asegurarse sus premios venideros. Paran a beber y pasa por allí Andrés, el criado apaleado por su amo en el capítulo IV. Le insta DQ a que cuente como le salvó y efectivamente lo cuenta… y lo maldice, claro. Le dan algo de comer y se va rogándole que no le ayude nunca, “déjeme con mi desgracia que no será tanta que la que me venga de vuestra ayuda”. DQ queda corridísimo.

Capítulo XXXII .- Llegan todos a la venta del manteo y Maritornes. Acuestan a DQ que viene maltrecho de sus penitencias. Comen los demás y charlan de libros. El ventero saca su “biblioteca” (tres libros y papeles) Sigue la crítica literaria entre el cura y el ventero. Ven los papeles del “curioso impertinente” y deciden leerlo en voz alta para entretenerse.

Capítulo XXXIII .- Lee el cura “El curioso impertinente”: En Florencia, Anselmo y Lotario, amigos, muy amigos. Anselmo se casa con Camila. Todo bien. Al capullo de Anselmo se le ocurre “poner a prueba” a Camila y usar de cebo a Lotario. Éste se resiste (para qué, qué ganas con ello?) pero al final cede, claro. “Mira amigo que la mujer es animal imperfecto y que no se le han de poner embarazos donde tropiece y caiga, sino quitárselos y despejarle el camino”. Lotario acepta el juego. Anselmo los va dejando solos pero Lotario no hace nada. Anselmo fuerza la máquina, le da dinero y joyas para que la tiente, les espía y ve que Lotario no participa. Lo abronca. Lotario se lo toma más en serio y claro, se enamora de verdad de Camila. 

Capítulo XXXIV.-  Lotario se lanza. Camila lo denuncia a su marido por carta y a éste encima le gusta el rollo. “Lotario cargó la mano de manera que comenzó a titubear la firmeza de Camila” Halagos y dulces palabras al final la rinden. Poesías y el ánimo de Anselmo a que sigan. Leonela, criada de Camila, está al tanto de todo, se envalentona y mete a su novio en casa. Una noche le ve salir Lotario y piensa que es alguien que estaba con Camila y no con Leonela. Muerto de celos y para vengarse de Camila, va a Anselmo y le dice que Camila ha caído. Para demostrárselo, le propone una cita con Camila y que él les espíe. Se arrepiente de esto Lotario y se lo cuenta todo a Camila. Ésta le aclara lo de Leonela. Se dan la cita Camila-Lotario con Anselmo de espía. Primero Camila y Leonela montan el show un poco, llega Lotario y sigue el show. Ataca Camila a Lotario con la daga, y como no puede darle, se “suicida”. Lotario se va. Anselmo se lo traga todo y va en busca de Lotario tan contento con la reacción de Camila.

Capítulo XXXV.- DQ se despierta entretanto y arremete contra un gigante (pellejo de vino) al que S “ha visto cómo le cortaba la cabeza. Lío en la venta a cuenta del vino. Todos ríen menos el ventero. Prometen pagar el desaguisado y se calman. Sigue la lectura de “el curioso impertinente”: Lotario y Camila siguen viéndose con Anselmo en las nubes. Anselmo pilla una noche al novio de Leonela. Ésta, para que no le castigue dice que lo cuenta todo. Camila, ante esto, se va en busca de Lotario quien la lleva a un monasterio y él huye. Leonela, entretanto, huye también. Va Anselmo a contárselo a Camila y se entera que se ha ido con Lotario. Anselmo muere de pena, Camila muere en el monasterio y Lotario en la guerra con el Gran Capitán. 

Capítulo XXXVI .- Llega gente a la venta. Son Fernando y Luscinda. Al final, todos felices: Fernando con Dorotea y Cardenio con Luscinda. 

Capítulo XXXVII .- Como les cae de paso, siguen con el engaño a DQ. Lo del vino, encantamiento. S informa que la princesa se ha trocado en particular. Dorotea lo desmiente y S la paga. Deciden salir al día siguiente. Llega a la venta Zoraida, una mora embozada con un caballero cautivo. Cenan todos: las parejitas, cura , barbero, DQ y S, Zoraida y cautivo, etc. DQ comienza la perorata sobre las armas y las letras. 

Capítulo XXXVIII .- Discurso sobre las armas y las letras. Armas Letras Sólo fuerza? No! Espíritu, el arte de la guerra Espíritu ¿Cuál tiene más noble fin? Fin de las armas: la paz (¿?) Fin de las letras: exceptuando las divinas, Justicia distributiva y que las leyes se guarden Trabajos del cuerpo Soldado: más pobre que el estudiante. Se calienta Estudiante: pobreza (quien es pobre no tie- Con su aliento, que al salir de un cuerpo vacío… ne cosa buena) La padece por sus partes= Mayor trabajo, menor premio hambre, frío, desnudez. Falta de camisa y Sin las armas todo se iría a hacer puñetas. Está no sobran zapatos. Algunos “llegan”. igual de mal que el estudiante pero con la muerte Sin letras, no se podrían sustentar las armas rondando. Artillería, cobarde invento. Necesitan leyes y normas.

Capítulo XXXIX .- El cautivo cuenta su historia. Alejandro Pérez de Viezma, rico leonés, ex soldado, gastador y pródigo, decide testar en vida y reparte su hacienda entre sus tres hijos y les insta a que se dediquen a: El mayor (el cautivo) a las armas, y marcha a Alicante, el mediano a mercader y estuvo en las Indias, Sevilla y Perú, y el pequeño, Juan, a las letras, y fue de estudiante a Salamanca. Cada uno recibió 3000 ducados, que devolvieron 2000, 1000 y 1000 al padre y partieron. El cautivo pasa por Alicante, Génova, con Pío V y Juan de Austria. Llega a capitán y en la batalla de Lepanto le hacen prisionero. “fui el triste entre tantos alegres y el cautivo entre tantos libres”. Unos galeotes se comen a un capitán pasándoselo de uno en uno. De galeote. Coincide en los remos con un poeta, Pedro de Aguilar, hermano de Don Fernando.

Capítulo XL.-  Don Fernando recita dos sonetos de su hermano que conoce también el cautivo. Muere el amo del cautivo, Uchalí Fartax, el renegado tiñoso, y pasa a ser de Azanaga, en Argel. No escribe a nadie por su rescate. Vive en los baños. No se trabaja, a no ser que tarde el rescate y entonces, para que se escriba con más ahínco, se les hace trabajar. Cierta hambre, pocas cadenas, “que me las pusieron más por señal de rescate que por guardarme con ella”. Cita a un soldado Saavedra. Aparece por una ventana una mora con mensajitos. Buscan un traductor (un renegado de Murcia). La tal morita tuvo una criada cristiana y la engatusó con la Lela Marien, la Virgen María y el cristianismo. Total, que quiere ir a España. La tal es muy rica y va dándoles dinero por la ventana de los mensajes. Se planea la huida. Compran su rescate y el renegado una barca.

Capítulo XLI.- Hay barca (patera) como para 30 personas, se apalabran unos cuantos cautivos como remeros, Zoraida y el cautivo se conocen en el jardín y se decide el día de la huida. Salen la noche en cuestión pero al recoger a Zoraida (con joyas y dinero abundantes) el padre se despierta y para que no dé la brasa y el cante, se lo llevan también. Salen de Argel y bordeando la costa, cerca de Orán, toman tierra y dejan al padre y a otros moros que llevaban prisioneros. Dramón padre-hija. Salen sólo los cristianos y Zoraida hacia España a golpe de remos. Encuentro con un bajel francés. Al ignorarlo, les disparan, les rompen el palo y con otra andanada, les hunden la barca. Adios dineros. Les recogen los gabachos del barco. Le quitan todas las joyas a Zoraida. Les dejan en un bote a la vista de la costa. Toman tierra, encuentran a un pastor que huye y al poco aparecen una partida a caballo. Uno de los cristianos naúfragos reconoce a un tío suyo entre los caballistas. Todo son parabienes y bienvenidas en Vélez Málaga. Descansan seis días. El renegado se va a Granada a arreglar sus papeles y cada uno por su sitio. El cautivo, en camino hacia León, llegó a la venta.

Capítulo XLII .- Termina el relato del cautivo y llegan a la venta un coche y hombres a caballo. Son el Oidor y su hija Clara, bella moza. Todos departen amigablemente. El cautivo cree reconocer en el Oidor a su hermano pequeño, Juan. Se lo comenta al cura y a Don Fernando. El cura decide hacer gestiones y hábilmente le dice al Oidor que sabe de su hermano mayor, Rui, y le cuenta los avatares del cautivo. El oidor arde en deseos de ayudar a su hermano, el cura los presenta y todo son abrazos y lloros de contento. Todos a dormir felices y contentos y DQ queda de guardia del “castillo-venta”.

Capítulo XLIII .- De noche, se oyen dulces cantos de un mozo de mulas. El tal mozo, don Luis, es un rico vecino de D Juan, el Oidor, que va tras Clara, su hija. (16 años) Clara cuenta la historia a Dorotea, sus amores ventana a ventana. Entretanto, la Maritornes y la ventera le vacilan a DQ, le engañan y le dejan de pie sobre Rocinante, con una mano metida por el muro atada con una cuerda a un cerrojo, sin poder moverse en toda la noche. Al amanecer, llegan cuatro a caballo, criados de D Luis. Una mula de acercó a Rocinante, éste se movió y DQ quedó colgado por la muñeca, dando voces de dolor. 

Capítulo XLIV .- Sale el ventero a las voces y mientras Maritornes va a soltar la cuerda que ata a DQ, que un poco corrido, vuelve a cabalgar a Rocinante, rabioso de no poder entrar en liza por la promesa hecha a Micomicona. Dorotea le cuenta a Cardenio el lío Clara-Luis. Cardenio se lo cuenta a todos, D Luis se resiste a que se lo lleven sus criados. El Oidor le reconoce como su vecino. Aprovechando el caos, unos huéspedes se quieren ir sin pagar, el ventero les da el alto, pero éstos le atizan. DQ no interviene por el voto hecho, va a Dorotea a pedirle licencia, la obtiene, pero luego aduce que no puede rebajarse luchando con esa gente, que venga su escudero. Al final pagaron persuadidos por DQ. Don Luis se confiesa al Oidor, éste pide un día para pensárselo lo de darle a su hija por esposa. Llega a la venta el barbero al que robaron la bacía o yelmo de Mambrino y la albarda-jaez. Mogollón gordo. DQ defiende sólo su yelmo. De la albarda, pasa. S se lo echa en cara: “tan bacía es el yelmo, como el jaez albarda”. 

Capítulo XLV .- Sigue la polémica del barbero con DQ y S. Los demás, por divertirse, siguen el juego y dan la razón a DQ. Don Fernando hace una consulta uno a uno por ver si es albarda o jaez: es jaez. Entran en liza tres cuadrilleros de la Santa Hermandad, replican y DQ les atiza con la lanza. Se monta un buen Cristo. El ventero con los cuadrilleros, los criados con Don Luis, las mujeres: “la ventera gritaba, su hija se afligía, Maritornes lloraba, Dorotea estaba confusa, Luscinda suspensa y doña Clara desmayada”. El barbero y S zurrándose, DQ contra los cuadrilleros, etc., etc. Gran voz de DQ: “Ténganse todos, todos envainen, todos se sosieguen”. Todo es encantamiento. Se sosiegan. D Luis se irá con D Fernando. Un cuadrillero saca un “Wanted” de DQ, emitido por haber liberado a los galeotes. DQ, obviamente, no se aviene, ya que está por encima de esas absurdas normativas. 

Capítulo XLVI .- El cura, a base de labia y alguna moneda, convence a los cuadrilleros, al ventero y al barbero del yelmo de que dejen en paz a DQ, habida cuenta de su locura. Zoraida, que no entendía nada, “se entristecía y se alegraba a bulto”. “Todo lo apaciguó el cura y lo pagó D Fernando”. S decubre a DQ que Dorotea no es reina. DQ se irrita con S y Dorotea sale al quite con el ardid del “encantamiento”. Se amigan escudero y caballero. Para poder llevárselo a DQ, se disfrazan, lo atan y lo meten en una especie de jaula sobre una carreta de bueyes. 

Capítulo XLVII .- Salen de la venta y se separan y tira cada uno hacia su lado. El ventero da al cura la novela de “Rinconete y Cortadillo”. Les adelantan unos caballeros, uno es el canónigo de Toledo, que entra en conversación con DQ sobre los libros de caballería. S sigue con la mosca tras la oreja con el encantamiento y los disfraces y sobre todo, porque ve alejarse su ínsula. El cura aclara al canónigo la situación, el cual se explaya sobre los contenidos y valores de los libros de caballería.

Capítulo XLVIII.-  El canónigo se confiesa como escritor (arrepentido). Siguen las opiniones sobre libros y comedias (fidelidad a la historia, autocensura, calidad-audiencia). Llegan a un prado donde sestean. S insiste en convencer a DQ de la realidad de la situación. Éste se resiste. Es más cómodo y novelesco estar encantado. Mas, ¿dónde se ha visto a un encantado que coma, mee y c…? 

Capítulo XLIX .- Lo sacan de la jaula para limpiarla y que no la ensucie. El canónigo intenta convencer a DQ del error en el que anda y le recomienda lecturas más provechosas y ortodoxas. DQ tacha al canónigo de loco y falta de juicio por meterse con los “Amadises” y demás ralea. El canónigo insiste.

Capítulo L.-  “Libros impresos con licencia de reyes van a mentir”, vamos hombre. DQ sigue elucubrando sobre la maravilla de las historias caballerescas. S aboga por la privatización o la subcontratación. Estando comiendo en el valle, llega una cabra perseguida y recriminada por el cabrero por díscola y cabra loca. El cabrero filósofo es, obviously, un enamorado despechado que se ofrece a contar su historia. S pasa de historias y se va a la orilla a ponerse bueno de empanada. 

Capítulo LI .- Historia del cabrero: Labrador rico, hija guapísima, Leandra, con muchos pretendientes, entre ellos yo, (Eugenio) y mi amigo Anselmo. En éstas llega el ex soldado Vicente de la Rosa, bien vestido y galante, que les levanta a la susodicha y se la lleva. Encuentran a Leandra en una cueva, sola y jura que “entera”, aunque sin ninguna joya ni dinero, que Vicente le había arrebatado. La encierran en un monasterio. Anselmo y él, despechados, se fueron de pastores al “valle de las salidas”. Denuestos contra las mujeres, (natural inclinación al mal, inconstantes, promesas muertas).

Capítulo LII.-  DQ se ofrece a rescatar a Leandra del convento, el cabrero le dice que está como una chota y DQ le atiza un panazo que “le remachó las narices”. Se enzarzan en pelea ambos. Los para una trompeta que se oye: los disciplinantes o penitentes en rogativa con virgen cubierta en andas. DQ ensilla, monta y arremete contra ellos para liberar a la Dña (la virgen). Se defienden con las horquillas de sujetar las andas. Lo dejan malparado. Loa de S ante DQ que lo cree muerto. DQ revive y se aviene a volver al pueblo hasta “dejar pasar el mal influjo de las estrellas que ahora corre”. Llegan al pueblo en domingo, donde todos le ven. El ama y la sobrina se hacen cargo de él. La mujer de S pregunta primero por el burro y por lo que ha sacado en limpio. Queda DQ en la cama y el autor anuncia una tercera salida a Zaragoza. Sonetos finales.

Fin de la 1ª parte.

José Luis Moreno.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el enjambre, de Byung-Chul Han. Por José Luis

Lista de todos los libros del té literario, por Esther

“Abel Sánchez”, una historia de pasión (Miguel de Unamuno, 1917). Por Esther.