Don Quijote - Parte II - Capítulos 20 al 38 - Juanjo Corsino

Se teatraliza la diferencia entre amor e interés. Hay una burla del conocimiento humanístico y escolástico, y se enfatiza la importancia de los libros en una república bien organizada.

Cervantes crea un contraste hilarante entre la elevada retórica caballeresca y lo prosaico. Y el contraste entre el dinero del mundo moderno y el obsoleto mundo de la fantasía caballeresca.

¿Es la cueva de Montesinos el infierno, o la vida cotidiana? Esa es la cuestión que me hago aquí. O, acaso necesitan préstamos las personas hechizadas o los espíritus?

Los personajes que van apareciendo tienen problemas morales y bélicos. Don Quijote defiende una versión romántica de la guerra, a la misma vez que el autor empatiza con los esclavos del imperio de la época. Los Rebuznos son una burla sobre lo absurdo de la guerra, que, al igual que se representa en el espectáculo de las marionetas, trae destrucción y costes bien altos, según la visión de Don Quijote. Por eso Sancho paga, en nombre de su amo, para sufragar todos los daños. Y todos cenan felices, a excepción de Don Quijote. 

Tenemos otro molino, otro desastre y otro pago por los desagravios y daños. Aquí notamos el decaimiento anímico de Don Quijote. Y el encuentro con el duque y la duquesa contiene conflictos sociales profundos. Cervantes nos muestra las contradicciones éticas e ideológicas de sus personajes, viendo tradiciones e hipocresía, la naturaleza enrevesada de la relaciones sociales. Todos van criticando a otro, y este otro al de más allá.

La estricta moral del eclesiástico choca con la fantasía caballeresca, pero parece ser derrotada cuando el duque concede a Sancho el gobierno de su ínsula. Aquí Cervantes hace comedia del poder eclesiástico, criticando su autoridad tan grande sobre la gente, y enfrenta esta autoridad al poder femenino de la duquesa (Cervantes vuelve a tomar partido en defensa de la mujer, muy loable si pensamos en aquella época). Sancho, pese a su obsesión por ser gobernador, sigue preocupándose por el rucio. ¿Puede ser esto ironía de Cervantes, al mostrarnos al político como un asno?

La caza y la guerra se convierten en la escena que nos muestra la temática social. Sancho afirma que su penitencia debe ser un acto voluntario más que una sumisión ante la imposición de otros. 

También vemos pasajes confusos en los que Sancho critica la figura de la mujer, en contraposición a la defensa de la duquesa por las mujeres. Hasta la misma Teresa Panza tiene dudas del escudero.  

Juanjo G. Corsino.

Comentarios

  1. Me ha encantado leerte Juanjo, siempre dices cosas interesantes y profundas

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    1. Te has fijado que la hora no se ajusta a la real? Por si se puede cambiar...

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