¿Qué clase agua soy? - Respuesta de Juanjo

Hoy soy lago amplio y de profundidad incalculable, de aguas muy lentas y silenciosas, no hace mucho estancadas y con mucho cauce aún por soportar. Mi fondo es oscuridad y mi superficie tiene reflejos de esperanza.

Pero no siempre fui un lago. De niño era un pequeño arroyo, saltaba alegre montaña abajo y sonreía a todos. A la dama de boina francesa que por las tardes traía su caballete y me pintaba en sus lienzos. Al caballero que paseaba ensimismado por la ribera. A los niños, a los alisos y a los chopos. A todos por igual.
 
Luego me fui ensanchando y pavoneando mientras arrastraba tierra y lodo, pero tristemente arrastraba también algunas piedras que no correspondían a mi aún joven caudal. Pero todas las aguas llevamos piedras de más bajo nuestro brioso torrente, ¿no es cierto?
 
Como cierto es que en ocasiones merecemos un descanso y muchos litros de reflexión. Y así estoy aquí, como un gran lago esperando fluir por nuevos caminos. No sé cuándo mi dulce existencia acabará su curso en la salada muerte, pero nada temo, pues para entonces podré volar, evaporándome hasta alcanzar el reino de los cirros, cúmulos y nimbos.
 
Allí todos seremos el fluido primigenio y compartiremos nuestras aguas de algodón. Y algún día me dejaré caer sobre la tierra y sobre las plantas. Podrás verme en la hierba y encima de las hojas. 
 
Somos iguales, somos agua, gotas de eternidad.
 
Juanjo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el enjambre, de Byung-Chul Han. Por José Luis

Lista de todos los libros del té literario, por Esther

“Abel Sánchez”, una historia de pasión (Miguel de Unamuno, 1917). Por Esther.