Nuestro Té Literario - Una reflexión de Ángela

Queridos compañeros:

El objetivo de este club de lectura, creo que en el sentir de todos, no es leer, porque no somos personas a las que haya que inculcar la lectura, nos encanta leer, leemos continuamente; el objetivo es entrar en el libro como en un paisaje y andar por él para descubrirlo ( mi metáfora de profundizar en la lectura). 

Hay paisajes llanos y paisajes muy empinados, los hay de todo tipo, como en la vida, y eso es lo interesante; la analogía del arte con la vida es lo que le convierte en un medio tan certero y fundamental para vivir como seres humanos.

Para eso el tiempo y la paciencia son indispensables, sabemos cuándo entramos en un libro pero no cuándo saldremos de él (yo me quedaré a vivir siempre en algunos).

Nuestro club de lectura cumple cada día mejor con ese objetivo y para mí es muy valioso.

Ahora es un momento muy “bueno” para aplicar todo lo que sabemos y lo que hemos aprendido en nuestros viajes por los libros.

En este contexto pienso que no hay ningún medio que pueda sustituir nuestros encuentros literarios, quizá puedan paliar el echarnos de menos.

Creo que cuando hablamos de nuestra experiencia con un libro lo que trasmitimos es el sentimiento o la emoción que nos causa y para eso además de las palabras nos ayudamos con el lenguaje corporal porque para las emociones las palabras solas no alcanzan, (de ahí que necesitemos el arte como medio de expresión de las emociones). Las expresiones físicas que acompañan a las palabras nos acercan a la compresión, al verdadero entendimiento y esto frente a una máquina es muy difícil para mí, no por el manejo, eso se aprende rápido, sino porque no estamos discutiendo o facilitando o informando datos, para eso los medios telemáticos son más o menos funcionales, en nuestro club de lectura estamos trasmitiendo emociones y creo que son cosas muy distintas.

Este momento, está situación dolorosa y difícil durará algunos meses pero, de un modo u otro, también pasará.

Dentro de esta situación tan lamentable, me siento afortunada porque tengo a mis mejores amigos en casa: mis libros, y mis instrumentos musicales y siento el confinamiento como una oportunidad para estar más con ellos, para aprender de ellos.

Este momento pasará y volveremos a nuestras creativas, maravillosas reuniones.

Hasta entonces os propongo que anotéis vuestras sensaciones del libro que hemos leído, Vidas Imaginarias, para que no lo olvidéis, por si queréis que lo comentemos (en mi opinión es fácilmente olvidable) y que leáis o releáis La Perla, de Steinbeck. Deteneos en sus revueltas vertiginosas y observar detenidamente los movimientos de los seres que “viven” ahí.


Un abrazo grande.
Ángela.

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