"Los autonautas de la cosmopista", Dunlop y Cortázar. - Breve bitácora

8,15.- Suena el despertador, es una melodía dulce y suave que viene por defecto en el nuevo móvil. Tengo que cambiarla por una más agresiva.

8,20.- Deambulo por la habitación medio dormido. Tengo que cambiar la melodía del despertador por una que despierte.

8,30.- Desayuno: Café con poca leche de avena, gelatina de frutos rojos, pan de centeno tostado con aceite de oliva.

9,15.- Biblioteca María Moliner, en Villaverde. Devolución de libros, dos, el de los autonautas del club y otro de Conrad, Nostromo. Éste lo devuelvo sin leer. No estoy en buena racha lectora. Me entretengo mirando las estanterías, despacio, viendo cosas que sé que no voy a escoger porque 1)aún no sé el próximo libro del Té; 2)no estoy en racha lectora, ¿no te lo dije antes? Tengo que decirlo todo.

10,20.- Piscina, sigo sintiéndome raro en un vestuario con un montón de colegas en bañador y con mascarilla.

11,15.- Ya en la ducha, he salido rápido, sin estirar. Hoy tengo la impresión de que Raúl está empeñado en prepararnos para las olimpiadas.

11,45.- Llego a la reunión del Té. Aunque disimulo lo más posible, todas se dan cuenta de que llego tarde. No hay té. ¡Maldición!

Se suceden las intervenciones dando opiniones sobre la obra. Parece que Cortázar no es el autor preferido de varias personas lo que desencadena, lógicamente, la correspondiente encendida defensa del autor por parte de Ángela y Sory. De hecho, a las 12,15, Sory termina confesando que la elección del libro forma parte de una conspiración para que terminemos haciendo de Cortázar nuestro autor de cabecera.

Diversos comentarios sobre el libro: Comprobación de la idea de la vida que tiene cada uno de los personajes; la belleza está en todas partes, dependiendo de nuestra voluntad el encontrarla; la autopista es una metáfora de cómo pasa la vida mientras contemplamos la belleza, en el mejor de los casos; el libro es una mezcla de bitácora de viaje, relatos eróticos de Carol, cartas imaginadas de una madre a su hijo que vive en Canadá, un cuarteto de Schubert mientras el paisaje desfila ante nuestros ojos y un relato de engaño tipo “aquí te pillo” metido con calzador.

12,36.- Encendida defensa de la poesía por parte de Sory: La poesía la tenemos todos, ¡todos!.

12,38.- Ángela demuestra sin ninguna duda la existencia de la poesía en nuestras almas, lo que lleva al ARTE, con mayúsculas, generándose una disputada controversia sobre si todos, ¡todos!, tenemos la capacidad para CREAR Arte, dando por supuesta la capacidad de sentir que tenemos todas las personas.

13,10.- Fin de la reunión, próxima reunión 10 de enero, “El siglo de las luces”, de Alejo Carpentier.

P.d.: Adela reparte a cada participante un regalo de Navidad, de parte suya y de Juanjo. Una maravillosa manera de poner fin a la reunión.

13,15.- La sala cerrada, luces apagadas, silencio con leves crujidos de los muebles que van tornando a su posición de reposo hasta nueva invasión de seres humanos. Murmullos que aún resuenan entre las paredes; la luz solar tamizada provoca alguna sombra que quizá sea algún camión despistado que aún no ha llegado a Marsella...

 

José Luis.