Cap. 1 al 27 El Quijote - Comentarios de J.L.Moreno

Capítulo I .-  Presentación del personaje y de su problema (locura y origen de ella). Decide hacerse caballero andante. Recopila “armas”, atuendo y cabalgadura. Bautiza a “Rocinante” y a sí mismo como “Don Quijote de la Mancha”. Elige a Aldonza Lorenzo como su dama “Dulcinea del Toboso”

Capítulo II .- Salió raudo, “apretándole a ello la falta que hacía en el mundo su tardanza”, una mañana de Julio. Se percata de que no es “armado caballero” y lo pone como objetivo primordial el hacerse armar caballero en cuanto haya ocasión. Toma el camino que decide Rocinante, con gran calor “capaz de derretirle los sesos si alguno tuviera”. Llega a una venta que ve como castillo, cuerno de porquero por trompas de bienvenida, llama doncellas a las putas y alcaide al ventero socarrón. El ventero le sigue el juego. “Nunca fuera caballero de damas tan bien servido” Come sin quitarse la celada. 

Capítulo III .-  Pide al ventero (como señor del castillo) que le arme caballero. Éste le conmina a que lleve dineros, camisas, ungüentos y escudero. Vela las armas y tiene incidentes con los arrieros que quieren dar de beber a los mulos pero el pozo está cubierto con las armas a velar. Golpe al arriero, a otro, pero el resto lo apedrean. El ventero pone orden y lo arma caballero rápidamente para evitar males mayores. Sale de la venta ya caballero.

Capítulo IV .-  “La del alba sería” … Determina volver a casa para proveerse de dineros, camisas, ungüentos y escudero. Encuentro con el labrador (Juan Haldudo) azotando a su criado. Lo suelta, pero la solución queda basada en la promesa del labrador, obviamente ridícula. Encuentro con mercaderes toledanos con sus quitasoles y criados. Les conmina a que canten las bondades de Dulcinea, le vacilan (“no la conocemos” “ si la conocierais, dónde estaría el mérito?”) Arremete contra ellos por vacilarle, tropieza y cae Rocinante, y una vez en el suelo, los criados lo majan como a cibera con la lanza hecha pedazos y lo dejan sin que pueda levantarse. 

Capítulo V .-  Pasa un labrador vecino que lo reconoce, lo levanta y lo lleva hasta el pueblo en su burro. Sigue perorando y desbarrando. Lo mete al pueblo al anochecer, por que no le vean de esa guisa. Lo reciben el ama, la sobrina. Llaman al cura y al barbero que están tratando de quemar los libros. Lo acuestan y no le sacan información alguna. Sólo quiere comer y dormir. No tiene heridas. Sólo magulladuras 

Capítulo VI  .- Escrutinio de los libros que sirve para hacer una crítica literaria. Salvan un montón “dellos”. La Araucana, Tirante el Blanco, La Galatea,…

Capítulo VII .- Sigue desvariando, cortan el escrutinio y el ama aprovecha para quemar el resto “pagando así justos por pecadores”. Le tapian el aposento de los libros y le dicen que ha sido encantamiento. 15 días de descanso. Habla con un labrador vecino, hombre de bien, pobre y de muy poca sal en la mollera. Sancho Panza queda contratado como escudero. Salen de noche (2ª salida) con alforjas y vituallas en el borrico de Sancho, que deja a Mari Gutierrez e hijos. Sancho sueña con ínsulas.

Capítulo VIII .-  Encuentro con los molinos de viento. Lanza rota y al suelo. DQ no se queja y S pide permiso de si podrá él quejarse. Come sólo S y hacen noche en una arboleda de donde se agencian otra lanza. DQ, vela. Puerto Lápice. S no puede atacar a Caballeros, sólo a gente baja, ruin y canalla. Dos frailes de San Benito, un coche, cuatro o cinco a caballo, señora vizcaína y escudero. Ve encantadores con princesa secuestrada. Arremete contra los frailes, que caen. S comienza a despojar al fraile (botín de guerra). Los mozos le dieron una buena tunda. Habla con la vizcaína (princesa). Escudero vizcaíno. Luchan a espada. DQ es herido, ataca el vizcaíno y... 

Capítulo IX .- Encuentro de los papeles en árabe en el “rastro” de Cire Amete Berengueli, que el narrador se hace traducir (en un mes y medio por dos arrobas de pasas y dos fanegas de trigo). Sancho de Azpeitia, el vizcaíno, ataca y hiere a DQ en la oreja izquierda y lo desmonta. Volvió a montar y arremetió al vizcaíno que paró el golpe con la almohada, pero aún así, le abrió la cabeza. Ya en el suelo, le perdona la vida a petición de las señoras, a cambio de que se presente a Dulcinea. 

Capítulo X .- S, al ver victorioso a su amo, reclama su ínsula, pero le aclaran que éstas “no son aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas”. Proponen hacer el bálsamo de Fierabrás. DQ promete no comer hasta conseguir otra celada nueva. Le cura S la oreja. Comen (¡?) de lo que hay y pernoctan en unas chozas de cabreros. 

Capítulo XI .- Los cabreros los acogen y les dan de comer y beber. Perorata al tomar unas bellotas. Antonio, un cabrero, canta unas coplas. Le curan la herida con romero y sal. 

Capítulo XII .- Un cabrero informa de la muerte de Grisóstomo, el estudiante metido a pastor por los amores a la pastora Marcela, hija de Guillermo el rico. La tal Marcela rechaza a todos los pretendientes. Afable y hermosa atrae a todos, pero su desdén y desengaño los desespera. 

Capítulo XIII .- Van con los cabreros al entierro de Grisóstomo, en medio del bosque, donde conoció a Marcela. En el camino, da lecciones de caballería a los pastores que, obviamente, lo toman por loco y le dan “bola” sobre todo Vivaldo. Entierran a Grisóstomo y queman sus escritos, según su última voluntad, menos uno que tomó Vivaldo. 

Capítulo XIV.-  Canción desesperada de Grisóstomo. Aparece Marcela. Ambrosio, amigo de Grisóstomo, le recrimina su “maldad” y Marcela se defiende: “A que me améis os mueve mi hermosura y por el amor que me mostráis, decís y aun queréis que esté yo obligada a amaros” (por qué?) “no me llame cruel ni homicida aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito”. Se va Marcela, intentan seguirla y DQ lo impide al comprender que tiene razón. Lo acaban de enterrar y se despiden todos. 

Capítulo XV .- Siguen plácido camino hasta un prado en el que sueltan a Rocinante el cual huele a unas yacas (jacas) galicianas de unos arrieros yangüeses y va a por ellas. Los arrieros que lo ven, lo apalean a modo. DQ arremete contra ellos, hiere a alguno pero son veinte contra dos y acaban apaleados y abandonados. DQ autoriza a S a entrar en pelea contra gente baja y ruin, pero S se llama andana. “Estoy más para emplastos que para pláticas”. S pregunta si estas desgracias son habituales. La respuesta es sí, estamos apaleados más no afrentados, al no usar ellos espada. Valiente consuelo. Beltenebros, Amadís de Gaula por otro nombre. Reanudan el camino como pueden. DQ sobre el asno y S andando. Llegan a una venta que, claro está, no es tal sino castillo. 

Capítulo XVI .- Ventero, mujer caritativa, hija y criada asturiana, Maritornes, “ancha de cara, llana de cogote, nariz roma, del un ojo tuerta y del otro no muy sana”. Se acuestan en un pajar junto a un arriero de Arévalo. Les suministran emplastos para los golpes. Cuando oscurece, acude Maritornes al encuentro concertado con el arriero, la oye DQ, piensa que es la princesa del castillo que viene por él, la atrapa y la requiebra, el arriero los oye y le da un buen golpe en todos los morros, lo patea y cama rota, follón gordo, a oscuras todos contra todos, acude un cuadrillero de la Santa Hermandad, cree a DQ muerto y se retiran todos a oscuras. 

Capítulo XVII .- Obviamente, el castillo está encantado. Vuelve el cuadrillero con un candil, pregunta a DQ, éste le tilda de majadero y el otro le planta un candilazo en la mollera. Más encantamientos. Deciden hacer el bálsamo de Fierabrás (aceite, vino, sal y romero) Lo cuecen y lo bendicen. Se lo toma DQ y comienza a devolver, se duerme tres horas y se siente mejor. Toma S un trago y a los vómitos siguen ansias y bascas, sudores y desmayos. El problema es que no era caballero para tomar aquello. Se va por la patilla, además, pero como DQ está bien, deciden reemprender la marcha. Intentan irse pero se les exige el pago. DQ se niega, por ser caballero y S se solidariza con su señor. Pero cuatro pelaires (cardadores de lana) de Segovia que por allí andaban, lo mantean. Intenta DQ volver en su ayuda pero encuentra la venta cerrada. Salen al fin sin pagar gracias a sus fiadores habituales, sus espaldas. El ventero, además, se quedó con las alforjas. 

Capítulo XVIII .- Gran polvareda en el camino, dos rebaños?, no, dos ejércitos que DQ describe por lo menudo, a punto de enfrentarse. Entra en acción y lancea a varias ovejas. Los pastores les atacan con hondas. “Una peladilla de arroyo le sepulta tres costillas y otra unos cuantos dientes. Los pastores le creen muerto, recogen las ovejas muertas y se van. Explicación: encantamiento. S le observa el desaguisado de la boca. DQ vomita encima y S, de asco, vomita sobre DQ. Va por las alforjas y no las haya, claro. Desdentado, molido y hambrientos, siguen camino. 

Capítulo XIX .- Se hace de noche en el camino y se cruzan con un traslado de cadáver, con sus antorchas y demás. DQ se planta en mitad del camino y pide explicaciones. Pasan de él y arremete lanza en ristre. Desbandada general. Uno con la pierna rota, le explica que es el traslado de un cadáver. DQ pide perdón, S afana lo que puede de las otras mulas. S rebautiza a su señor como “el Caballero de la Triste Figura” A DQ le place. Se van, paran a comer en un prado las viandas afanadas. 

Capítulo XX .-  No tienen agua, la buscan por los alrededores a oscuras y comienzan a oír unos ruidos y golpeos tremendos. Se acojonan. DQ quiere atacar, claro, pero S ata las patas de Rocinante, por no quedarse solo. S cuenta una historia por pasar el rato hasta que amanezca. Se corta el cuento por no llevar en cuenta las cabras que iban pasando. Escena escatológica: S se lo hace pegadito a DQ, al que lo estaba por miedo. Amanece. Descubren el batán, S se ríe de su amo y sus prevenciones y se gana dos palos de la lanza. En su cabreo, DQ le prohibe hablar a S si no es para contestar. (Ha cogido demasiadas confianzas) 

Capítulo XXI .- Siguen camino, llueve. Encuentro con un caballero con yelmo de oro de Mambrino (bacía de barbero puesta en la cabeza por la lluvia) Le arremete sin más con la lanza y el barbero cae antes, del susto, y huye a pie, dejando la bacía-yelmo. S no cambia un burro por otro pero sí los aparejos. Comen, beben y siguen. S pide permiso para hablar. Propone irse ambos a servir a algún emperador. DQ responde que primero necesita una reputación. Elucubraciones de DQ tipo cuento de la lechera, que contagia a S. 

Capítulo XXII .-  Encuentro con una cuerda de presos camino de galeras. Cada uno cuenta sus porqués. Elogio del alcahuete. Ginés de Pasamonte tiene escrita su vida en la cárcel. Galeras no es mal sitio para escribir, “las desdichas siempre persiguen al buen ingenio” (autorretrato?). Crítica a la policía (no tiene nada personal contra los presos) DQ decide liberarlos y arremete contra los guardas. Los galeotes aprovechan el follón para huir. DQ les manda a ver a Dulcinea, le vacilan un poco y le acaban apedreando. De nuevo apedreados, robados y maltrechos. 

Capítulo XXIII .-  “El retirarse no es huir, ni el aguardar es cordura”. Se van raudo antes de que vuelva la Santa Hermandad. Entran en Sierra Morena, hacen noche y durante ella, Ginés le roba el burro a S (aunque luego aparece misteriosamente) DQ le promete darle tres de los suyos. Se encuentran una maleta con ropa y dineros y un librito con cartas de amor. DQ decide buscar al dueño. Ven a un locuelo saltando de risco en risco. Encuentro con un cabrero. Les cuenta que el locuelo lo está a ratos y días. Lo mismo pide de comer humildemente que lo roba con violencia, aludiendo a un tal Fernando. Aparece el mancebo locuelo. Saluda con un abrazo a DQ (Dios los cría …)Capítulo XXIV .-  Le dan de comer. Cuenta su historia a condición de no ser interrumpido: Cardenio es su nombre, de noble linaje enamorado de Luscinda. Va a servir al duque Ricardo, se hace íntimo de su hijo Fernando enamorado de una labradora, “la deshonra” y se le acaba la pasión. Para que la olvide, el padre le manda a casa de Cardenio y, claro, Fernando se enamora de Luscinda. Le interrumpe DQ. (la historia sigue en el capítulo XXVII) Cardenio “pasa a loco” y le atiza a DQ con una gran piedra y patea a S y al cabrero. Se va. Se lían S y el cabrero, los separa DQ que decide seguir buscando a Cardenio para saber el final de la historia.

Capítulo XXV .-  Siguen por Sierra Morena. S quiere volverse a casa para poder hablar cuando quiera. DQ le levanta el castigo mientras estén por la sierra. DQ decide quedarse a hacer penitencia, en pelotas, en la sierra y manda a S a que se lo cuente a Dulcinea (Aldonza Lorenzo, que al saberlo S la describe tal cual) DQ escribe una carta a Dulcinea y la libranza de los borricos para S. Éste parte en Rocinante, para hacer antes y deja marcas para saber volver. DQ queda en pelotas haciendo locuras, claro. 

Capítulo XXVI .- DQ queda haciendo penitencia. S llega a la venta del manteo. Allí estaban el cura y el barbero del escrutinio que preguntan por DQ. ¡Está ocupado en cierta parte y en cierta cosa”, respondió S. Al final, cuenta todo por lo menudo. Echa mano a los papeles pero se le han olvidado. Intenta dictar de memoria la carta a Dulcinea, pero… La convencen de que la locura de DQ es contagiosa. Le invitan a comer pero rehusa entrar y le sacan la comida. Urden disfrazarse de doncella y escudero y engañar a DQ para llevarlo de vuelta a casa. 

Capítulo XXVII .- Se disfrazan ayudados por los venteros. Instruyen a S lo que debe contar (que Dulcinea lo reclama) y parten hacia la sierra. Oyen cantar, es Cardenio. Le instan a que siga con su historia. Lo hace. Luscinda quiere casarse con Cardenio pero Fernando envía a éste fuera con una embajada de compra de caballos a su hermano mayor, con una carta en que le indica que lo retenga lo más posible. Cardenio recibe carta de Luscinda donde dice que le van a casar con Fernando. Cardenio vuelve raudo. Luscinda dice que antes se mata que casarse, pero… se casa por obediencia a sus padres. Al acabar el acto, Luscinda se priva, al desabotonarle para que respire, aparece una carta que lleva, Fernando la lee y queda pensativo, pero Cardenio ya ha salido hacia la sierra a hacer “el loco” por los riscos llorando a Luscinda.

J.L.Moreno.

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