Aportaciones de Soraya a la reunión del 9/1/23

Hacemos nueve cosas cuando leemos novelas según nos cuenta Orham Pamuk (nobel literatura 2006) en su libro “El novelista ingenuo y el sentimental”.

1. Observamos la escena general y seguimos la narración. Ortega y Gasset decía que leemos novelas, las que sean por su atmósfera. Es como una pintura paisajista, seguimos la narración intentando adivinar el significado y la idea principal sugerida por las cosas que vamos encontrando. Pensamos en lo que lo narrador intenta insinuar, nuestra mente busca un motivo, una idea, un centro secreto.

2. Transformamos las palabras en imágenes mentales, la historia surge de objetos, descripciones, sonidos, conversaciones, fantasías, recuerdos, información, pensamientos, acontecimientos, escenas, momentos .El placer consiste en separarse de las palabras y transformarlas en imágenes. Así completamos la historia.

3. Otra parte de nuestra mente se pregunta hasta que punto la historia que cuenta el escritor es una experiencia real. Se produce entonces la paradoja de creer que la narración es real mientras estamos sumergidas en ella y a la vez preguntarnos hasta que grado es real. Leer una novela es entender el mundo a través de una lógica no cartesiana, necesita de la capacidad de creer simultáneamente en ideas contradictorias.

4. Nos preguntamos también mientras leemos si es así la realidad, nos preguntamos si se corresponde lo narrado con lo que sabemos de nuestras propias vidas.

5. Juzgamos y nos deleitamos con la precisión de las analogías que ha conseguido el autor.

6. Realizamos juicios morales sobre las decisiones y el comportamiento de los protagonistas y al mismo tiempo juzgamos al autor, sabiendo que el arte de la novela es mayor cuando entiende a los personajes, que cuando los sentencia o juzga.

7. Nos alabamos por el éxito que supone poder entender la novela. Se establece una complicidad con el novelista. Deja de preocuparnos lo que no entendemos del todo o aquellas partes en que no estamos de acuerdo.

8. La memoria trabaja incesantemente. Todo está relacionado con todo y esa red de relaciones crea la atmósfera del libro y señala su centro.

9. Buscamos el centro secreto de la novela, lejos de la superficie, invisible, esquivo, casi dinámico. Cada rasgo del paisaje puede tener significado.

Soraya.

 

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