Mis comentarios (Esther) a los capítulos últimos de la primera parte de El Quijote

EL QUIJOTE (Capítulos XLI hasta el final de la primera parte)

Capítulo XLI.- Eterna lucha de moros y cristianos que aún perdura. 

Capítulo XLIII .-El amor de don Luis (el mozo de mulas) es tan poderoso que abandona a su padre, dejándole más muerto que vivo, para ir detrás de Clara, de la que se enamora sin haber intercambiado palabra. En el episodio en el que Quijote es maniatado simplemente por diversión, él prefiere pensar que ha sido víctima de encantamiento. 

Capítulo XLIV .-En contraste con don Luis, el oidor y padre de Clara, al enterarse de que éste es hijo único y único heredero, piensa que será buen negocio casarle con su hija. Sancho está tan entregado a la causa de su señor que Quijote se promete armarle caballero en la primera ocasión que se presente. Sancho decide que la bacía es baciyelmo (mitad bacía, mitad yelmo). 

Capítulo XLV.- Quijote se defiende de los cuadrilleros que querían arrestarle con un discurso muy brioso, tan convencido está de que hace lo que hay que hacer. Capítulo XLVI Sancho intenta sacar de su error a su señor diciéndole que de princesa Micomicona nada de nada, pero Quijote entra en cólera. Quijote es atado de pies y manos, y da muestras de una gran paciencia y de mucha inocencia ante el discurso que da el barbero, ininteligible. A Quijote le pareció una profecía muy consoladora. 

Capítulo XLVII.- En el carro, en Quijote se observa una persona muy sufrida, sin queja, convencido de que va encantado y asumiendo su destino; lo único que le extrañaba era la forma de ser transportado. Sancho, de manera razonable, piensa que su señor no va encantado. El canónigo hace un buen discurso sobre los libros de caballerías, que sólo deleitan, pero no enseñan nada. Al contrario de lo que pasa con los buenos libros, que deleitan y enseñan al mismo tiempo. 

Capítulo XLVIII.- El canónigo sigue su discurso sobre los libros de caballerías. También sobre las malas comedias que se escriben y se representan. En boca del canónigo Cervantes salva varias tragedias, entre ellas una de Lope de Vega “La ingratitud vengada” y otra de él mismo, “La Numancia”, diciendo que éstas sí son arte. El cura confiesa su rencor, tanto por los libros de caballerías, como por las comedias que se representaban entonces, pero por razones bien distintas. Él propone la figura del censor. Sancho intenta convencer a su señor de que los fantasmas no son tales, que él los ha reconocido, pero Quijote tiene su propia teoría. 

Capítulo XLIX .-Quijote sigue pensando que va encantado “y esto me basta para la seguridad de mi conciencia”. 

Capítulo L .- Apareció un cabrero, Eugenio, con su cabra Manchada, a la que le hablaba como si de una mujer se tratase. 

Capítulo LI .- Cuenta el cabrero la historia de Leandra, que acabó en un convento tras perder la honra. Y desde entonces habla a su cabra como si fuera una mujer. Y de esta locura nadie hace aprecio.

 Capítulo LII .- Última aventura de don Quijote, arremetiendo contra una procesión que llevaba en andas una Virgen, pensando que era una gran señora que iba en contra de su voluntad. Quijote acaba tan mal parado que Sancho le da por muerto y es conmovedor el llanto y la demostración de fidelidad y sus sentidas palabras. Quijote revive. Llegan a la aldea un domingo a mediodía ¡Cómo para pasar desapercibidos! Juana Panza, primero de todo, pregunta por el asno. Y después quiere saber si Sancho le trae alguna cosa. Sancho responde que trae cosas “de más momento y consideración” (ninguna cosa material) y al pedir que se las mostrase le dice “no es la miel para la boca del asno”. 

Para terminar el libro, los académicos de Argamasilla (lugar de La Mancha) tienen unos nombres tan cómicos: el Monicongo, el Paniaguado, El Caprichoso, El Burlador, El Cachidiablo, El Tiquitoc, que dejan muy buen sabor de boca, preparados para leer la segunda parte de las aventuras y desventuras de nuestro protagonista. 

Fin 

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Esther.